Este año preparamos el musical “Cats” para el festival de Navidad del colegio, la representación fue exactamente el miércoles día 21 de diciembre de 2006.
Para este proyecto colaboramos, juntos, los alumnos de los dos quintos. Resultaba muy vistoso con tantos participantes.
El proyecto era muy difícil pero muy divertido. Al principio todo parecía muy complicado pero a medida que avanzábamos en el tiempo todo se iba superando. Durante los ensayos lo pasamos estupendamente, realmente nos divertimos mucho.
Cuando llegué a casa se lo conté a mi madre, estaba tan ilusionada que comencé a pensar en todo lo que me iba a hacer falta. Empezamos a prepararlo con un poco de retraso pero no disponíamos de más tiempo. No obstante pusimos mucho de nuestra parte y conseguimos representarlo en el Teatro Prendes.
Lo primero de todo fue estudiar el texto que está en un inglés, demasiado complicado para nuestro nivel, por esta razón actuamos en playback, nuestro nivel de inglés no nos permite cantar algo tan complicado en directo. También vimos un DVD del musical para hacernos una idea de cómo era en Broadway. Necesitábamos ver como era el vestuario, los maquillajes y también la selección de bailes.
Creo que fue muy aprovechable la experiencia porque aprendí un montón de palabras nuevas en inglés y creo que también me sirvió para mejorar la pronunciación.
Comprobamos los materiales que necesitábamos para buscarlos y explicar a nuestras familias lo que necesitábamos. La mayoría nos arreglamos con ropa que teníamos en casa, de color oscuro, pantalones, panties, leguis y calzado oscuro. Los complementos eran orejas, colas, cascabeles, cada uno puso ahí su creatividad.
Para distribuir los papeles, se nos dio la oportunidad de presentarnos voluntarios y luego, el grupo por votación elegía entre los candidatos. Así todo el mundo estuvo de acuerdo.
Luego pasamos a ensayar los bailes, ensayamos muchas horas en la clase y en el gimnasio, incluso nos fuimos a ensayar un sábado por la mañana y el día antes, estuvimos un poco de tiempo en el teatro para hacer una prueba general.
Fue increíble, nadie se quejó y tampoco nadie hizo el tonto durante los ensayos, incluso sacrificamos algún que otro recreo.
Repetíamos una y otra vez y nadie se lamentaba, al final todo resultó más fácil de lo que creíamos pero detrás hubo mucho trabajo, muchas horas de ensayo del baile y de aprendizaje del papel y sobre todo que era difícil bailar sin que se cayera la cola y se estropeara el maquillaje. Íbamos abrigados con jersey de tira alta pero con el baile sudábamos. Luego fue duro quitarse todo aquel maquillaje.
Yo estaba tan nervioso que no dormí nada la noche anterior. Hubo que cambiar varias cosas de la coreografía porque algunos pasos eran muy difíciles. Actuamos los octavos, allí estaban nuestros compañeros de primaria y nuestras familias y amigos.
Al día siguiente casi todos nos presentamos vestidos ya y un grupo de madres vinieron a ayudarnos a maquillarnos. Su ayuda fue muy importante porque así cada personaje llevaba un maquillaje diferente.
Después del maquillaje todos nos hicimos una foto que luego iba a formar parte de un montaje en power point que nos llevaremos a casa como recuerdo. En el montaje cada uno de nosotros cuenta con un nombre diferente, tratamos de imitar los créditos que llevan las películas de verdad.
Vestidos, nos fuimos hacia el teatro con el resto de los compañeros del colegio y sentados esperamos nuestro turno.
La representación comenzó con todo el grupo que se arrastraba entre bambalinas hacia el escenario. Cuando la música era más intensa, nuestros brazos se extendían hacia arriba, acabamos todos dormidos sobre el escenario y nos íbamos despertando con los acordes de la melodía de Memory. Luego algunos compañeros tomaron protagonismo y los acompañamos con una coreografía mucho más compleja en la que incluíamos pasos realmente difíciles. La salida del escenario la hicimos cantando.
Mi experiencia en Cats fue positiva porque me gustan mucho los gatos y me gusta bailar. Me gustó mucho la selección de las canciones, también la coreografía y sobre todo el vestuario.
Lo que menos me gustó fue el momento en que subimos al escenario para ensayar y comprobamos que era más pequeño de lo que pensábamos. Realmente éramos un grupo muy grande, 42 alumnos.
A mi me parece que todo salió muy bien y que merecieron la pena todas las horas de ensayo que tuvimos que hacer.
La gente en el teatro nos miraba ilusionada y nos aplaudieron mucho, si hubo fallos no se notaron, eso es lo bueno de los trabajos en equipo. Todo el mundo intentó animar al compañero, felicitarlo por el vestuario, el maquillaje o la originalidad de algunos de los detalles. Creo que nadie se sintió excluido. Tan sólo un compañero no pudo bailar, fue Juan que estuvo enfermo pero en el montaje informático de la experiencia aparece como productor de la obra.
Creo que deberíamos intentar hacerlo, de nuevo, pero con más números del musical.
Al día siguiente volvimos al colegio vestidos de gatos para llevar a cabo la representación para los niños de Educación Infantil que no habían podido vernos. Estaban un poco asustados con nuestros maquillajes pero luego bailamos un poco con ellos y se lo pasaron muy bien.